Cooperación tecnológica: China y España, una oportunidad para las empresas de ambos países


Es especialmente en el sector de las energías renovables, donde esa reciprocidad es mayor.

La cooperación entre España y la República Popular China ha formado parte de la historia de los dos países durante los últimos años, dando lugar a una fructuosa relación bilateral que está propiciando interesantes oportunidades en China para empresas españolas, y en España para empresas chinas. Es en los sectores tecnológicos, y muy especialmente en las energías renovables, donde esa reciprocidad es mayor, por lo que es la ocasión idónea para que empresas españolas entren en el mercado del gigante asiático, y viceversa.

Energías renovables, un fuerte en las relaciones China-España

La ambiciosa transición energética que ha puesto en marcha el gobierno chino para llegar a la plena descarbonización en 2060 ayuda, junto con la apertura comercial del país asiático, a que empresas españolas puedan entrar en el mercado chino y aporten su know how a las empresas chinas. En ese sentido, cabe destacar varios proyectos pioneros, por ejemplo, en eólica marina, un sector en auge en China por las ventajas energéticas que tiene y que compañías españolas, como EnerOcean —ganadora del «Atlantic Project Awards» por su molino de viento con dos ejes en una plataforma flotante capaz de producir grandes capacidades eléctricas— o Saitec, podrían tener en China una oportunidad esencial de invertir en el país asiático.

La cooperación también abarca la descontaminación del agua y el aire. Cabe destacar, a este respecto, la colaboración con la Universidad de Córdoba que, enmarcado en la Chine Europe Water Plattform (CEWP), está ayudando a modernizar las técnicas de regadío para luchar contra la sequía de la zona norte del río Amarillo y liberar agua para uso urbano ante el problema de contaminación en sus acuíferos y aguas subterráneas. Además, el Gobierno chino ofrece a empresas privadas, con capacidad tecnológica y financiera, poder participar en algunos proyectos orientados al tratamiento de aguas, por lo que empresas españolas dedicadas al sector pueden tener aquí otra oportunidad de negocio. Con respecto al aire, cabe mencionar la apuesta de China por la electrificación de la movilidad para conseguir, de esa forma, una reducción considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero; en relación con ello, la cooperación ha llegado de la mano de la asociación China EV100, que firmó un acuerdo con el Gobierno de España, ratificado posteriormente por el Gobierno chino, y que ha asentado las bases para desarrollar iniciativas conjuntas en el ámbito del coche eléctrico y la movilidad del futuro, involucrando a empresas como BYD, JAC, Guoxuan y NIO.

Por otro lado, España es un país muy atractivo para invertir en energías renovables, por lo que empresas tan destacadas como Huawei han invertido e importado a nuestro país su tecnología más innovadora en cuanto a energía fotovoltaica, además de empresas específicas del sector eléctrico, como es el caso de Chint. Con sus paneles solares, Huawei se ha convertido en líderes de la industria solar y un referente de las energías verdes, tan codiciadas en este momento en países como España que, al igual que China, apuesta decisivamente por ellas. Así mismo, empresas chinas situadas entre las principales constructoras del mundo consideran España como lugar estratégico de implantación para el desarrollo de proyectos, especialmente en energías renovables.

Componentes tecnológicos, una fructífera colaboración

La apuesta tecnológica del país asiático es evidente y constituye una oportunidad para las empresas españolas que tienen en su haber un gran potencial tecnológico, como así ha quedado demostrado en la lista que ha publicado el Financial Times sobre las empresas que han liderado el desarrollo tecnológico, entre las que destacan BBVA —por su inversión en el big data y en la inteligencia artificial—, la FAB LAB Barcelona —cuya iniciativa Fab City llevada a cabo en Poblenou creaba una ciudad autosuficiente e hiperconectada— o Telefónica —por su tecnología de inteligencia artificial y la puesta en marcha del Cloud Industrial—. Esta última constituye un ejemplo de know how español y cómo se pueden establecer relaciones con China, como es el caso de la alianza estratégica que Telefónica mantiene con China Unicom. Cabe mencionar en este marco de colaboración lo acuerdos firmados por el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Burgos con las ciudades de Nanjing y Suzhou a fin de internacionalizar PYMES burgalesas y sus productos y/o servicios. Otras iniciativas de cooperación tecnológica están realizándose en zonas de libre comercio FTZ, como son Hainan, Fujian y Tianjin, donde las ventajas fiscales y de implantación empresarial aceleran los intercambios.

Otro ejemplo de los beneficios que puede llegar a tener una buena red de cooperación se encuentra en el procesado y conservación de alimentos gracias a la tecnología puntera de empresas españolas como Keepcool, que ha desarrollado máquinas especiales para mantener las propiedades y buen estado de alimentos, que permitiría que China importara o exportara aún más alimentos sin problemas de conservación. La I+D+i española es una referencia mundial en muchos campos, pudiendo ser citados otros muchos ejemplos, como es también el caso del desarrollo de productos innovadores para prevención de incendios, siendo de aplicación en multitud de estructuras y de productos.

Firmas chinas de primer nivel ya se han establecido en España, como sede central en Europa, fomentado dicho intercambio empresarial. En definitiva, estos modelos de colaboración y desarrollo tecnológico conjunto o de inversiones mutuas son parte del presente y serán fundamentales en el futuro, puesto que las empresas de ambos países comparten experiencias, conocimiento y beneficios.

Fuente: https://www.larazon.es/