El comercio entre España y China en tren se dispara por los fletes y la congestión del marítimo


La exportación española por ferrocarril a China mantiene volúmenes modestos, pero en siete meses prácticamente triplica la de todo el 2020.

El transporte ferroviario de mercancías entre España y China está experimentando una de sus mejores épocas hasta la fecha, tanto en importación como en exportación. Frente a las continuas incidencias del transporte marítimo, los altos precios de los fletes y la escasez de contenedores, el tren se alza como el modo que ofrece mayor seguridad entre ambos destinos. Aunque las exportaciones a China han aumentado en todos los modos de transporte, las cifras se han disparado especialmente en el ferrocarril, si bien, su volumen es todavía residual si se compara con los dos anteriores. En los primeros siete meses de este año, se ha exportado en tren un total de 9.961,61 toneladas frente a las 3.838,95 toneladas transportadas a China durante los doce meses de 2020. No solo se ha incrementado el volumen, también lo ha hecho el valor de las mercancías. Se exportaron por ferrocarril productos por un valor de 35,6 millones de euros en los primeros siete meses de 2021 en comparación con el valor de 19,1 millones de euros enviados a China en el acumulado anual de 2020.

El sector que ha experimentado el mayor crecimiento de exportaciones por vía ferroviaria entre España y China es el de los materiales plásticos. De hecho, hasta 2020 España importaba más que exportaba. Así, en este año se han exportado 6.228 toneladas frente a las 274 toneladas que se movieron hasta China durante los doce meses de 2020. En la misma línea, los jabones, lubricantes y ceras aumentaron de las 1,5 toneladas exportadas en 2020 a las 246,9 toneladas transportadas a Asia en 2021. El auge de la cosmética en China ha ocasionado un incremento de sus importaciones desde España de preparaciones capilares. De esta manera, España exportó en los primeros siete meses de este año 431,8 toneladas de estos productos frente a las 228,6 toneladas enviadas en 2020. Otros productos, como sal, yeso y piedras, reflejadas especialmente en los cementos hidráulicos, ascendieron de las 25,23 toneladas exportadas en 2020 a 41,7 toneladas en 2021.

Los operadores ferroviarios han notado este aumento del comercio entre ambos países. Solo en relación a las exportaciones al gigante asiático, el grupo de origen chino YXE que opera la línea Madrid-Yiwu cerró el año 2020 con un aumento interanual del 63,4%. “El crecimiento se produjo tanto en el envío de mercancía desde China a nuestros destinos en Europa y Asia, como en la recepción de contenedores en China”, ha asegurado el director general de YXE España, Carlos Santana. En su caso, finalizaron el año pasado con un volumen de 974 trenes operados y un total de 80.392 teus, unas cifras que representan un aumento interanual del 110%. Aún no disponen de los datos de 2021, pero “la tendencia que reflejan las cifras es similar a la del año 2020”, lo que supondría el registro de “un fuerte crecimiento en ambas direcciones”.

Hay varias razones que sustentan la corriente positiva que experimenta el tren entre España y China. Según Carlos Santana, sería “el buen equilibrio entre coste y tiempo de tránsito” junto a la apuesta global por la sostenibilidad y el respeto del medio ambiente del ferrocarril, que convierten al tren en “una opción muy competitiva en el transporte internacional”. “La consolidación del transporte ferroviario, como complemento al aéreo y marítimo, es reflejo de una tendencia que lleva tiempo gestándose entre nosotros”, añade.

Además, la demanda global de bienes fabricados en el gigante asiático se ha disparado por el equipamiento médico y sanitario, así como por “la inusual distribución del gasto por las restricciones (menos ocio y más compra de productos que se producen en China)”, explica el director de Programas Económicos y de Cooperación de Casa Asia, Amadeo Jensana. A esto se añade la rápida recuperación a nivel internacional del mercado chino, que “ha propiciado que ya no tan solo las empresas españolas, sino también las de otros países hayan aumentado sus ventas al gigante asiático”.

Aunque el incremento del comercio entre ambos países por tren se observa desde hace años, la pandemia le ha dado un nuevo impulso. Principalmente, “el ferrocarril ha aumentado su frecuencia ante la subida de precios del transporte marítimo y la escasez de contenedores”, explica Amadeo Jensana. A pesar de la estabilización de los fletes marítimos tras seis meses de subida, el precio del barco se ha cuadruplicado en comparación con los niveles prepandémicos, “debido a la alta demanda de productos de China por la pandemia y al mayor tiempo de tránsito de los contenedores por las medidas de precaución que tienen que afrontar los puertos, además de otros factores”. A nivel logístico, “las situaciones generadas por la pandemia han supuesto un acelerón hacia las tendencias que marcaba el mercado, entre ellas la consolidación del transporte internacional de mercancías por ferrocarril”, ha manifestado Carlos Santana.

Uno de los principales usos del ferrocarril es el transporte de material sanitario. “El ferrocarril ofrece una alternativa más cara que el transporte marítimo, pero más rápida, y está siendo utilizada tanto para el envío de material sanitario como para productos que se compran a través de ecommerce desde China, entre otros”, especifica Amadeo Jensana. Según datos ofrecidos por YXE, el 70% de las exportaciones chinas a Europa entre 2014 y 2016 fueron pequeños productos de ecommerce de bajo valor, mientras que en los años sucesivos se ha producido una diversificación entre productos textiles, de alimentación e industriales, además de los correspondientes al comercio electrónico.

Por otro lado, el cambio de hábitos en el gigante asiático ha propiciado que disminuya la exportación española de productos estrella como la carne de cerdo o las bebidas, especialmente el vino. “Durante los últimos años, China ha importado grandes cantidades de carne de cerdo debido a que su producción local no era suficiente, entre otras causas por motivos sanitarios”, recuerda Amadeo Jensana, y añade que la producción local en China “ha aumentado en los últimos meses, por lo que se requiere de menos carne importada”. Por otra parte, la exportación de vinos españoles al país asiático sufrió una elevada caída al pasar de 101 toneladas enviadas en 2019 a solo 33,28 toneladas en 2021, que se debería a un incremento de exigencia por parte de los consumidores chinos.

EL IMPACTO DEL PRECIO DE LOS FLETES EN LOS FLUJOS ESPAÑA-CHINA
A pesar de que el transporte marítimo ha experimentado un leve aumento, la congestión y compleja situación del negocio marítimo han ocasionado que se apueste por otros modos de transporte. “Aunque haya una reducción de precios, no creo que se vuelva a niveles prepandemia”, sostiene Amadeo Jensana. Además, “se espera que durante los próximos meses al menos haya problemas en el transporte marítimo desde China”, que afectaría más a unos productos que otros, “ya que no es lo mismo transportar móviles que una nevera”. Los casos más notables son el descenso de exportación de combustibles españoles a China (de 81.668 toneladas en todo 2020 a 8.376 toneladas en los siete primeros meses de 2021) y el de frutas (10.835 toneladas en 2020 frente a 1.705 toneladas). Por otra parte, algunos productos todavía prefieren el modo marítimo para llegar hasta China, como la lana y el pelo fino (2.051 toneladas en 2020 en comparación con las 5.921 toneladas exportadas hasta julio) o la madera y sus manufacturas (17.254 toneladas en 2020 frente a 25.420 toneladas en 2021).

En el caso de la carga aérea, las variaciones en general son leves respecto a años previos, pero con algunas excepciones. Una de ellas es el aumento de productos farmacéuticos enviados a China (362,6 toneladas en 2020 y 431 toneladas hasta julio de 2021). Otros productos que han registrado un incremento de exportaciones también en este modo de transporte son los materiales plásticos (144 toneladas en 2020 frente a 219 toneladas en 2021) y las fibras sintéticas (24,08 en 2020 en comparación con las 770 toneladas enviadas en 2021). Por otro lado, el papel cartón ha reducido sus exportaciones de las 127 toneladas enviadas en 2020 a 66 toneladas en 2021, al igual que el caucho y sus manufacturas, que disminuyeron de 487 toneladas en 2020 a 214 toneladas en 2021. Al contrario que en otros modos de transporte, las conservas de frutas y verduras han sufrido un caída de 140 toneladas exportadas en 2020 a 87 toneladas en 2021, y también se han enviado menos grasas animales (43 toneladas en 2020 frente a 25 toneladas en 2021).

Fuente: https://elmercantil.com/