Cierre masivo de las tiendas de chinos en Madrid por el coronavirus: «El dinero puede contagiar»


«A través del dinero en metálico se puede seguir contagiando», avisa uno de los pocos comerciantes chinos que no ha cerrado.

La crisis del coronavirus ha impactado de lleno en la economía española. La Comunidad de Madrid, la región más afectada por el Covid-19, ya ha anunciado el cierre de los bares y restaurantes desde este sábado para evitar un mayor número de contagios. Además, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha suspendido la actividad de las terrazas de los locales.

Otras compañías como Inditex y el Grupo Cortefiel han anunciado su cierre en la Comunidad de Madrid, La Rioja y País Vasco. Los establecimientos regentados por chinos fueron los primeros en echar el cierre (de forma voluntaria) para frenar pérdidas y por miedo al contagio.

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En el barrio madrileño de Chamberí, casi todos los bazares, tiendas de alimentación y de manicura tienen la persiana bajada y con el mismo cartel: «Cerrado por vacaciones hasta finales de marzo«. Otro de los motivos que aportan son por «remodelación» o por «días de descanso».

El consejero de la Embajada China, Zhu Jian, ha explicado a Europa Press que las razones del cierre dependen de cada comerciante: entendemos que en algunos casos es por motivo de remodelación o ampliación de tienda, vacaciones personales. Sin embargo, Jian ha reconocido que también se nota la «preocupación por el desarrollo de la situación de coronavirus«.

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Los pocos locales que siguen abiertos han implantado diferentes medidas de higiene para evitar la transmisión del virus. Los empleados suelen llevar mascarillas y guantes de látex. Con un cartel explican que el uso de estas medidas «atenuará la propagación» del Covid-19. Además, algunas tiendas han colocado plásticos sobre las estanterías de comida y geles desinfectantes en los mostradores. Sin embargo, comerciantes como Dom Ping, propietario de un bazar de la calle Vallehermoso, han asegurado a Libre Mercado que las medidas no son suficientes porque «a través del dinero en metálico se puede seguir contagiando«.

El Todo a 100 de Dom Ping es uno de los pocos del barrio de Chamberí que no ha cerrado, pero sí se está planteando seguir el camino de sus compatriotas porque ya está incurriendo en «pérdidas económicas».

El coronavirus en el ‘Chinatown’ madrileño

Usera es el distrito que acoge a la mayor comunidad china de la región con más de 9.500 censados, un 7% de la población total de Usera (140.000 personas).

Los chinos del barrio cerraron sus establecimientos y se pusieron en cuarentena voluntaria justo después del Año Chino por temor a contagiarse o transmitir el virus tras visitar su país de origen.

Ahora que ya han pasado los 15 días de rigor, los ciudadanos chinos están intentando concienciar a los madrileños sobre la gravedad de la situación. De hecho, muchos de ellos se encargan de repartir mascarillas a la salida del metro. La secretaria de la Asociación de Vecinos de Usera, Pepa Riaza, ha asegurado a Libre Mercado que los chinos «son los más coherentes«. Riaza aplaude la reacción de esta comunidad porque cree que «lo están haciendo mucho mejor que nosotros».

Fuente: https://www.libremercado.com/